Los edificios antiguos y las estructuras históricas cuentan historias que han perdurado durante siglos, pero son frágiles. Las vigas de madera, las lonas, el cableado antiguo y los materiales secos hacen que muchos de estos lugares sean particularmente propensos a incendiarse.
Una sola chispa puede ser suficiente para destruir algo que nunca se podrá recuperar: pinturas, archivos, interiores de iglesias, museos; cultura e historia que se perderían.
Especialmente en lugares donde el agua, la espuma o los sistemas de extinción convencionales causarían más daño que el propio fuego, se necesita una solución que funcione de forma precisa, limpia y de acuerdo con los requisitos de los monumentos históricos.
TUNGUS ofrece precisamente esta protección.
Nuestros módulos extinguen incendios automáticamente, sin interferir con la estructura del edificio, y pueden instalarse discretamente en paredes, cerchas de techo o cuartos de servicio.
El polvo extintor utilizado es eficaz y a la vez delicado: extingue las llamas y, gracias a su capa protectora, evita que se vuelvan a encender. Los residuos se pueden aspirar o barrer fácilmente sin dañar superficies valiosas ni obras de arte.
El polvo es no toxico, no conductor y es totalmente ecológico; por lo tanto, es seguro para personas, animales, obras de arte y materiales. Esto permite que la protección permanezca invisible hasta que sea necesaria, preservando así la vida, la historia y la cultura.


















